LA QUIROPRÁCTICA
Quiropráctico en Arenys de Mar
La quiropráctica es una de las profesiones sanitarias más asombrosas, pero muy pocas personas entienden de qué se trata. La profesión se encarga de equilibrar y optimizar la función del sistema nervioso.
Se enfoca en la relación entre el sistema nervioso, el sistema músculo-esquelético y la salud. En Caseta Quiropràctica Arenys la quiropráctica analiza, detecta y corrige las interferencias del sistema nervioso a través de una variedad de técnicas quiroprácticas para que el cuerpo vuelva al equilibrio y aumente su capacidad de adaptación frente el estrés.
¿Cómo Funciona?
El sistema nervioso controla y coordina todo el cuerpo y cuya función es recibir y enviar información desde el cerebro hasta todos los tejidos del cuerpo via la médula espinal y los nervios y viceversa para poder adaptarse al ambiente interno y externo. Este sistema es tan importante y delicado que es el único sistema completamente protegido por huesos - el craneo, la columna vertebral y el sacro. Cuando funciona sin interferencia (al 100%) tiene una capacidad inmensa para curarse y autorregularse a sí mismo.
Cualquier disfunción, distorsión o desequilibrio en esta estructura impide el buen funcionamiento del flujo nervioso y por lo tanto la comunicación entre cuerpo y mente. Si no se corrige suele afectar a la capacidad de adaptación del cuerpo, reducir el nivel de salud y acabar con varios tipos de síntomas y/o enfermedades.
El quiropráctico localiza y corrige estas interferencias con el ajuste quiropráctico. El ajuste quiropráctico es preciso, específico e indoloro utilizando una combinación de técnicas manuales y un instrumento específico de la quiropráctica que se llama "El Activador". Los ajustes quiroprácticos favorecen el movimiento normal de las articulaciones de las vértebras y el sacro y también mejoran la comunicación entre cuerpo y mente para que pueda autorregularse, sanarse y funcionar al 100%.
Factores que causan desequilibrio, distorsión y/o disfunción y afectan nuestra capacidad de adaptación:
Estrés físico
Malas posturas, exceso o falta de ejercicio, vida sedentaria, levantarse o agacharse de manera repetitiva, estar con sobrepeso, lesiones deportivas, desequilibrio del esqueleto (escoliosis o una pierna corta)
Estrés emocional
Relaciones difíciles, tensión en la familia, trabajo, falta de tiempo, depresión, falta de vida social, resentir sentimientos emociones repetitivas - tristeza, injusticia, enfado etc. pérdida/ fallecimiento de seres queridos
Estrés químico
Medicamentos de uso a largo plazo, alcohol, tabaco, drogas ilegales, falta de verduras/ fruta en la dieta, deshidratación, comida procesada o refinada, polución, químicos en el trabajo, químicos en superfícies y productos o cremas corporales
